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Reduce el riesgo de enfermarse de gripe.
El beneficio más obvio y directo de la vacuna contra la influenza es que disminuye considerablemente las probabilidades de contraer la gripe. Aunque no garantiza una protección del 100%, la vacuna reduce significativamente el riesgo de infección, y si llegas a enfermarte, los síntomas suelen ser más leves. Esto se debe a que la vacuna prepara el sistema inmunológico para combatir el virus antes de que se propague en el cuerpo.
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Previene complicaciones graves.
La influenza no es solo un resfriado fuerte; en algunas personas, puede llevar a complicaciones graves como neumonía, infecciones en los oídos y senos paranasales, y empeorar condiciones médicas preexistentes, como el asma o la insuficiencia cardíaca. La vacuna es especialmente importante para personas en riesgo de desarrollar estas complicaciones, como adultos mayores, mujeres embarazadas, niños pequeños y personas con afecciones crónicas como la diabetes o enfermedades respiratorias.
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Protege a los grupos vulnerables.
Cuando te vacunas, no solo te proteges a ti mismo, sino que también ayudas a proteger a quienes te rodean, especialmente a aquellos que no pueden recibir la vacuna debido a problemas de salud o alergias. Este concepto se llama “inmunidad de grupo” o “inmunidad de rebaño”, y es fundamental para frenar la propagación de la enfermedad en la comunidad. Cuantas más personas estén vacunadas, menor será la probabilidad de que el virus se propague, protegiendo así a las personas más vulnerables.
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Reduce la carga en el sistema de salud.
En épocas de alta demanda, como la temporada de gripe, los hospitales y los sistemas de atención médica pueden saturarse. Al reducir el número de casos graves de influenza, la vacuna ayuda a disminuir la presión sobre los servicios de salud, permitiendo que los hospitales atiendan otros casos críticos y urgencias. Esto es especialmente relevante en épocas de pandemia, como la del COVID-19, donde la demanda de atención médica ya es alta.
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Disminuye el riesgo de hospitalización.
Diversos estudios han demostrado que las personas vacunadas contra la influenza tienen menos probabilidades de ser hospitalizadas por complicaciones relacionadas con la gripe. Esto es particularmente cierto en los adultos mayores, uno de los grupos más vulnerables a las complicaciones graves de la influenza. En algunos casos, la vacuna puede reducir hasta en un 60% el riesgo de hospitalización por gripe.
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Ayuda a proteger durante el embarazo.
La vacunación contra la influenza es segura y recomendada para las mujeres embarazadas. Además de proteger a la madre, la vacuna también protege al bebé después del nacimiento, durante los primeros meses de vida, cuando aún no es posible administrarle la vacuna. Esto es crucial, ya que los bebés tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por la gripe.
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Actualización anual para mayor protección.
El virus de la gripe cambia constantemente. Cada año, los científicos actualizan la vacuna para que sea lo más efectiva posible contra las cepas que se prevé que circulen esa temporada. Esto significa que es importante vacunarse todos los años, ya que las cepas del virus de la temporada pasada pueden no ser las mismas que las de este año. Al mantenerte al día con la vacunación anual, maximizar tu protección frente a las variantes más recientes del virus.
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Reduce el ausentismo escolar y laboral.
La gripe puede hacer que te sientas mal durante días, con síntomas como fiebre alta, dolor muscular, cansancio extremo, tos y congestión. Esto no solo afecta tu bienestar, sino que también puede llevar a días perdidos en el trabajo o la escuela. Al vacunarte, reduces el riesgo de enfermarte y, por lo tanto, disminuyes las probabilidades de faltar a tus actividades diarias, lo que beneficia tanto a nivel personal como a nivel comunitario.
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Es segura y de fácil acceso.
La vacuna contra la influenza ha sido ampliamente estudiada y es segura para la gran mayoría de las personas. Los efectos secundarios suelen ser leves, como enrojecimiento o dolor en el lugar de la inyección, y desaparecen rápidamente. Además, las vacunas contra la gripe están disponibles en muchos centros de salud, farmacias, y en ocasiones, incluso en campañas gratuitas, lo que facilita el acceso a la población.
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Puede salvar vidas.
Aunque pueda parecer un gesto simple, vacunarse contra la influenza puede marcar una gran diferencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la influenza provoca millones de casos graves y cientos de miles de muertes cada año en todo el mundo. Al protegerte a ti mismo y a los demás, puedes salvar vidas, especialmente aquellas de los grupos más vulnerables.