-
Estadio I: Eritema no blanqueante.

Aspecto: Piel intacta con enrojecimiento persistente que no se blanquea al presionar. Puede sentirse más caliente, fría, dura o blanda que el tejido circundante.
¿Qué hacer?
• Eliminar la presión.
Cambiar de posición cada 2 h (en cama) o cada 15–30 min (en silla).
• Usar superficies especiales.
Colchones o cojines anti escaras.
• Mantener la piel limpia y seca.
Evitar fricción y humedad.
• No masajear la zona.
Puede dañar más el tejido.
• Observar a diario.
Si no mejora en 24–48 h, consultar.
-
Estadio II: Pérdida parcial del grosor de la piel .

Aspecto: Úlcera superficial; puede presentarse como una ampolla rota o intacta, o una herida abierta con lecho rosado-rojo sin esfacelos.
¿Qué hacer?
• Mantener la presión al mínimo.
Mismas medidas que estadio I.
• Limpieza suave con suero fisiológico.
Nunca con antisépticos agresivos.
• Apósito húmedo.
Que mantenga el ambiente de cicatrización (hidrocoloides, espumas).
• Valorar signos de infección.
Calor, dolor, exudado, mal olor.
• Buena nutrición e hidratación.
Proteínas, zinc, vitamina C.
-
Estadio III: Pérdida total del grosor de la piel.

Aspecto: Daño en tejido subcutáneo visible, con posible tejido necrótico (amarillo, beige) pero sin exposición de músculo u hueso. Puede haber cavidades o túneles.
¿Qué hacer?
• Desbridamiento.
(Retirar tejido muerto) si lo hay, por personal sanitario.
• Control del exudado.
Con apósitos apropiados (espumas, alginatos).
• Prevención de infección.
Limpieza estéril, valorar antibióticos si hay signos clínicos.
• Alivio total de la presión.
Con cambios posturales frecuentes y superficies dinámicas (colchones de aire alternante).
• Evaluar nutrición.
Puede requerir suplemento proteico.
-
Estadio IV: Pérdida total del tejido con exposición de hueso, tendón o músculo.

Aspecto: Herida profunda con estructuras expuestas, a menudo con esfacelos, necrosis o túneles. Alto riesgo de osteomielitis o sepsis.
¿Qué hacer?
• Atención médica especializada urgente.
En Vitae cuidamos con compasión, respeto y calidez, en la comodidad del hogar.
• Desbridamiento quirúrgico.
Control de infección.
• Curaciones estériles.
Con apósitos avanzados (hidrogeles, terapia de presión negativa si está indicada).
• Aliviar toda presión y fricción.
Uso de colchones de aire alternante o de baja pérdida de aire.
• Control nutricional intensivo.
Posible soporte enteral/parenteral.
• Evaluar necesidad de intervención quirúrgica reconstructiva.
Injertos o colgajos.
El aseo genital y corporal es vital. Se recomienda hacerlo mínimo dos veces al día, usando agua y un jabón suave. Esto ayuda a evitar quemaduras químicas
causadas por contacto prolongado con orina o heces.